Reuniones:


En Viña del Mar  nos reunimos con algunos amigos Viñamarinos en un restaurant, aunque durantes los últimos meses hemos hecho las reuniones en casas particulares.  El compartir en un cuadro tan informal como un restaurant nos  ha permitido centrarnos sobre el estudio de la Palabra, con un amplio espacio para las preguntas y comentarios de cada uno.


En en el pueblito de Laguna de Zapallar nos reunimos una ves a la semana en el hogar de nuestros queridos hermanos Ricardo y Clarita. Hace un par de años, habían pedido a Dios alguna forma de recibir alimento espiritual, y supieron del pastor Philippe y Manola. Algún tiempo después los invitaron y desde entonces han estado compartiendo la palabra y una que otra cosa rica (para el estómago) junto con algunas otras personas del pueblo.
Desde hace poco la familia que acostumbrábamos visitar en el Tabo se mudó a esta región, y también participan.


Visión:

En nuestras reuniones tratamos de enfatizar estas dos cosas : el conocimiento preciso del pensamiento de Dios por el estudio de su Palabra, y una comunión real con los hermanos. El pequeño número de personas, y la simpleza de la reuniones son una verdadera bendición en esos aspectos.

La Iglesia como organización que manifiesta el cuerpo de Cristo sobre la tierra no tiene otra razón de existir que de glorificar a Dios, alcanzar a los perdidos, servir, y edificar a sus miembros.
Dios quiera que nunca perdamos de vista esta simpleza, llena de maravillas en favor de un sistema u organización ajena al corazón de Dios, que como una locomotora que hay que hacer funcionar a costa de los creyentes, los consume en vez de proporcionarles los elementos necesarios para su crecimiento espiritual. 

Para informaciones más detalladas sobre nuestra fe, doctrina, etc.  recomendamos visitar la página de nuestra iglesia en Santiago www.mayor-gracia.org


Preguntas Frecuentes




¿Existe algún requicito para participar de sus reuniones?

Si se piensa en algún requicito formal, no. Tenemos gente de todas edades cuyo único denominador común digno de ser destacado es la voluntad sincera de crecer en su relación con Dios. Estamos concientes que hay quienes dan mucha importancia a criterios formales... hemos visto llegar gente con corbata  que se han alejado antes de siquiera saludar (!)
Pero bastaría decir que solemos encontrarnos en un restaurant (donde un menu gira en torno los 2000 pesos chilenos) para darse cuenta del tipo de formalidad que pide la situación. Si alguien se permite andar por la vida con una cresta amarilla sobre la cabeza, o una corbata alrededor del cuello, creo que no encontraría objeciones nuestras si quisiera sentarse a la misma mesa. Tampoco se  exige credo alguno, y si alguien (como los han habido varios) quiere venir sin compromiso y por simple curiosidad , bienvenido sea.


¿No piensan tener reuniones más formales?

Por ahora este tipo de reuniones ha sido lo más adecuado para la pequeña familia que somos. Si la familia llegara a agrandarse hasta el punto de ser más práctico arrendar un local, así será.Y si tuvieramos un lugar nuestro, y suficiente gente como para tener música y alabanzas, sería fantástico también, pero no es una prioridad.


¿No querrían tener más miembros?

Con respecto a este tema existen dos variables:
La primera es la voluntad de Dios, quien quiere que todos sean salvos y llegen a conocerlo (1Timoteo 2 : 4). Eso está asociado con la tarea encomendada a los cristianos de contarle a todo el mundo del Evangelio (Mateos 28 : 19), y de preocuparse de compartir la vida que les ha sido dada.
Lo segundo a tomar en cuenta es la de nuestra condición humana. Solo tenemos dos brazos y dos piernas, y si hubiera que preocuparse de demasiadas personas a la ves, el tipo de relaciones que podríamos tener cambiaría. Un predicador en un estadio no puede tener el mismo tipo de amistad y de diálogo con cada uno de los presentes que tiene el pastor Philippe con los suyos, por ejemplo. Tampoco en un estadio se puede hablar con gente que está mucho más allá de un par de asientos. Claro, se puede tener un mismo equipo de fútbol en común y el sentirse uno con toda la gradería puede ser muy grato y emocionante. Sin embargo creemos que hemos sido llamados a tener una comunion de mayor profundidad, y eso implica ciertos límites en el numero de personas. No objetamos que hayan iglesias más grandes, pero como la tendencia general es valorar la cantidad más que calidad, queremos comprometernos con lo segundo.
Y... Dios mismo se compromete con los pequeños (Lucas 12 : 32)

¿Como se relacionan con  otras iglesias?

Para entender nuestra relación con las otras iglesias hay que tomar en cuenta dos principios bíblicos:

1. Cada uno es llamado a tener una relación personal y sin intermediarios con Dios. Dicho de otra manera, cada uno tiene la responsabilidad de buscarlo a El, y de escuchar su voz (Juan 10 : 16). Cada hombre vive delante de Dios y tendrá que rendirle cuentas a El solamente (Romanos 14 : 12). Además, El nos dió la libertad de seguirlo o despreciarlo.

2. Dios utiliza a otros hombres para enseñarnos y hacernos crecer. Tenemos la referencia fija de las Escrituras (2Timoteo 3 : 16 ; Mateo 5 : 18 )  y el Cuerpo de Cristo que es el conjunto de los hijos de Dios que se sirven mutuamente como los miembros de un mismo organismo (Romanos 12 : 4-5 ; 1 Corintios 12:12-27 ; Efesios 4:11-12). Dios quiere que tengamos una iglesia local, una familia en la cual podamos crecer. Las escrituras testifican ampliamente de ello, y el simple sentido común también. Un niño en un mundo hostil necesita una familia para tener los elementos necesarios para crecer. Ninguna familia es perfecta, pero si es necesaria. Incluso un adulto hecho y derecho necesita de los otros en los momentos de debilidad. Además el cristiano tiene un deber respecto de los otros también.

De esto se desprenden naturalmente varias consecuencias:
  • No necesitamos hacer que la gente crea a toda costa, ni tampoco que la gente se quede con nosotros, o que las otras iglesias sea como la nuestra, porque cada cual es responsable delante de Dios.
  • Nos preocupamos de servir correctamente, dando lo necesario para que los que estén a nuestro alcance lleguen a la fe, y que los que se acercan puedan crecer en esa nueva vida, porque nosotros tenemos que dar cuentas ante El.
  • Como cada obeja necesita un rebaño, nos interesa más que los cristianos tengan el suyo,  que traerlos al nuestro.
  • El tomar en serio la responsabilidad propia y agena conduce naturalmente a tener relaciones constructivas con otras grupos de cristianos. Ofrecemos lo que tenemos (por ejemplo un instituto bíblico, enseñanza, consejo o quizás oración) y si a alguien lo aprovecha: ¡maravilloso! Nosotros por nuestra parte no dudamos en utilisar todo los que nos es útil y nos parece bueno de lo que proponen nuestros hermanos de otras iglesias y denominaciones (por ejemplo libros, música, un espacio radial, un local, una institución etc)
  • En cuanto a asociarse con otras iglesias, el principio es el mismo: Estamos muy vinculados con la iglesia Mayor Gracia de Santiago porque es una familia mayor que se da el trabajo de darnos lo mejor de ella, y nos deja libres de ponernos a su alero o no. De la misma forma sabemos que ellos se posicionan muy libre y responsablemente ante las opciones que tienen de asociarse en niveles más amplios (por ejemplo con la Asociación Internacional de los Ministerios de la Gracia, www.iagm.org )

 
¿Como manejan el dinero, piden algun tipo de contribución monetaria?

La modestia de nuestras reuniones nos permite no tener que pedir ningún tipo de contribución. El pastor Philippe no depende de sus obejitas para vivir, y eso es una ventaja. Con el tiempo, nos hemos dado cuenta que en ciertas ocaciones podría ser útil tener fondos dedicados a la iglesia, para poder desplazarse como grupo a algún evento por ejemplo. Pero por ahora no hemos arreglado muy bien sin organisar nada especial de ese lado, y la espontaneidad con que cada uno a respondido a las circunstancias particulares ha bastado ampliamente. Por ejemplo para navidad hicimos unos 80 pecebres (a mano y todos distintos) con conchitas y otros productos marinos para regalar a las personas de la iglesia de Santiago, y cada uno contribuyó con lo que fué necesario, y la idea fue todo un éxito.